Un buen día Benjamín Navarta decidió dedicar su vida al cultivo de la fresa. Siempre tuvo en mente una máxima, la calidad por encima de todo.
Y con esa premisa comenzó a investigar en la localidad malagueña de Algarrobo. Lo primero fue encontrar la planta adecuada, el mejor sustrato… Implementar un sistema de cultivo de vanguardia, con un uso de la tecnología que permite un control total del proceso. Son muchos los factores que tuvo en cuenta si quería ofrecer a sus clientes un producto de calidad.
Pero la historia de Benja comienza mucho antes. Casi nació rodeado de campos de cultivo. En ese mundo se crió, y cuando creció hizo de la agricultura su vida.
Fresalgarrobo nace con la voluntad de trabajar duro para ofrecer un producto fresco, saludable y sostenible.